lunes, 28 de julio de 2008

La nueva madriguera del león

Definitivamente la paciencia paga, y en algunos casos, la suerte también ayuda. Sea como sea, estoy en un estado de euforia y relajación absoluta que en nada ayuda al hecho de que tengo que entregar un ensayo dentro de 43 horas.

Efectivamente, ya encontré un lugar dónde vivir. En verdad pareciera que el destino me sonríe cada vez que necesito algo con verdadera premura, porque ahora justo cuando empezaba a desesperarme por no encontrar nada que me atrajera lo suficiente, me topé con una oportunidad que muchos quisieran... a partir de mañana, viviré sobre la avenida principal de Canberra, Northbourne, a sólo 4 calles de la universidad. No quisiera entrar en detalles irrelevantes y por demás somníferos para ustedes, así que sólo diré que tendré a mi disposición portero, alberca con clima, gimnasio, sauna y terraza con asadores para cuando el clima me permita enseñarles a unas cuantas personas cómo los mexicanos disfrutamos las comidas al aire libre con los amigos.

Antes de ir a ver el lugar, Simon, quien será mi roomie, me escribió que, si todo salía bien y yo resultaba ser a nice enough bloke, no habría problema para mudarme al lugar. Como obviamente yo estaba muy interesado, estaba algo preocupado pensando cómo diablos iba a demostrarle a este tipo que sí soy un tipo decente, y suficientemente cool (en el anuncio decía que prefería a alguien de entre 18 y 25 años) en algo así como 5 minutos. ¿Hablarle de cine? ¿Enseñarle el contenido de mi Zune? Mmmta qué difícil, cuando no tienes ni idea de las expectativas que tienen. Pero al final todo resultó muy fácil porque en cuanto me enseñó el depa ya hablaba en un tono como de que ya se veía viviendo conmigo.

Después del tour por las instalaciones del lugar, y establecer las muy convenientes condiciones del no-contrato, amarramos el trato. Salí de ahí con el corazón lleno de una emoción indescriptible: venía caminando rápido(ya ni siquiera cojeaba), sonriente, con una sensación de indestructibilidad (sí, sí existe la palabra). El frío no importaba; ahora cantaba más fuerte que nunca. La escuela dejó de importarme súbitamente, la vida vuelve a ser exhuberante y placenteramente impredecible. Sí. El Rosco está de vuelta, un poco traqueteado pero con más ánimos que nunca.

El número 74 de Northbourne anuncia James Court.

I am the king of all I see. My kingdom for a 500 thread-count sheet set.

1 comentario:

Anónimo dijo...

rubito canta por mucho mejor que tu.....tiene mas talento que tu....el es un verdadero artista...