viernes, 31 de octubre de 2008

Algo terrorífico

No podía faltar. Las típicas fiestas de disfraces en las que los ganosos se distinguen de los apáticos. O tal vez ni siquiera depende de eso. Quizás quienes se disfrazan simplemente tratan de experimentar si el estar con un atuendo poco habitual cambia en algo la percepción de la velada. Lo cual es francamente improbable pues una vez que pasan los 20 minutos de intercambio de novedosos y estrafalarios sombreros y demás accesorios (que en situaciones normales NADIE se atrevería a ponerse), los disfraces resultan más un estorbo que otra cosa. Malas noticias: no es suficiente.

Intentaba hacer memoria hace un rato, y francamente no recuerdo muchas fiestas de disfraces a las que haya ido disfrazado. La última, hace un par de años, hizo que perdiera la fe en esas competencias de disfraces. Yo iba con un súper disfraz de Bam Bam , con garrote y toda la cosa, pero a todos se les hizo mejor un disfraz del imbécil de fox (i.e. traje, corbata, hebilla de papel y bigote postizo). Yo pensaba que se premiaba la originalidad del disfraz, no la capacidad de soportar la humillación del mismo. De haberlo sabido antes, hubiera buscado una sotana...

Fuera de esa mala experiencia, el esfuerzo se reducía a ponerme la máscara de Scream, que al principio era una novedad pero en años más recientes hasta en los semáforos las venden. Y por supuesto nunca duraba más que los primeros 10 minutos con esa cosa porque uno siempre cree que con llegar disfrazado es más que suficiente.

Por todo lo anterior, no puedo negarlo: soy uno de los apáticos. Y aclaro que no fui a ninguna fiesta temática. La verdad me dan más hueva que otra cosa. Salí al unipub (aquel lugar donde salí cuando estaba recién desempacado, en donde un ovni raptó a mis amigos), donde hubo algunas cosas rescatables como la cerveza gratis por un rato. Cosas no tan rescatables, como los adelantos de la amiga de una amiga, "ecantada" con la leyenda de mi playera ("An awkward morning beats a boring night"), ¿o debería decir con lo que había debajo de la playera más bien?
La verdad es que la música es menos que inspiradora. En cierto modo, sin embargo, sí estuvo ad hoc con la ocasión. Da miedo.

martes, 28 de octubre de 2008

El fin se acerca

Estoy MUY frustrado. Había terminado de escribir un post súper inspirado (ajá) y súbitamente se borró. Y no pienso volver a escribir lo mismo, y con eso de que últimamente la inspiración no llega pues estamos jodidos. Por el momento, me limitaré a contar que hoy, por fin, terminé mis deberes de este semestre. Ahora sólo me queda estudiar para un exámen la próxima semana. Sin embargo, no me siento tranquilo. Como si la nube de tensión y falsa calma que rodea la universidad se hubiera metido a través de mis pulmones. Una extraña sensación, sin duda. Y no sólo es la escuela. Los primeros síntomas de nostalgia se han hecho presentes en algunos de los desertores prematuros. ¿O será alivio por irse de vuelta a donde pertenecen? Yo prefiero no quejarme, pues todo esto me sirve como no se podrían imaginar. Una montaña rusa y nada menos, lo que ha sido esta experiencia. Aunque debo decir que no ha sido fácil: este Don Rosco está completamente loco...

domingo, 26 de octubre de 2008

¿Changos? You fucking wish...

405. El cuarto del terror. Es donde todas las fiestas empiezan, y donde algunas terminan.
Curiosamente, ahí vive una de mis amigas, Maëlle, la que menos aprovecha todo esto de las pedas. Como sea, ahí han pasado muchas cosas muy chistosas, desde las insinuaciones de Heli la suiza hermana de Felix (y no diré nada más) hasta las evidencias del otro roomie que quiere verse como Arnold y consume miles de calorías al día en licuados proteínicos. Lo malo es que es realmente feo y no veo cómo esas madres puedan servirle. Ahh y además se ve como Meat Loaf en Fight Club por aquello de las chichotas, realmente desagradable.
Sí, eso de las fiestas del fin de semana consisten más bien en un precopeo juzgado por el poder de convocatoria, en el cual las bolitas se confirman. Cada quien con sus conocidos, aun cuando haya intersección en algunos casos. Como siempre, supongo.
Lo chistoso es que unos hindús me retaron a jugar tenis, al parecer no les gustó que sacara donitas de su shisha pitera sabor a manzana, porque uno de esos gueyes se mostró dizque interesado en jugar contra mí. Claro que quiso que consiguiera su número a través de otra amiga gringa en común, a ver si me hacía el favor de ir a mostrar su derecha de marica. Pobre fanfarrón de 1.65m. Y encima de todo, otro me retó a jugar tenis de mesa, per le dio frío cuando le dije que yo jugaba. En fin, parece que a donde vaya, mucho ladrido y muy poca monta, se ve que les falta hombría. O tal vez a mí me sobra. Aunque ahora que lo pienso, mejor, porque seguramente no se había puesto desodorante y la neta qué pinche asco.
Podría seguir con esto pero la verdad no tengo demasiadas ganas. Los japoneses de mi equipo de Marketing se encargaron de obligarme a despertar temprano mañana. Es imposible delegar.
Por lo pronto, el baile del mono frenético es lo máximo. Todos lo quieren imitar, aunque se ve difícil si Pipen no está aquí. Se nota la envidia / lujuria de hombres / mujeres. Hoy también hubo Daft Punk.

domingo, 19 de octubre de 2008

Academy fight song

Hoy definitivamente no habrá quejas.
La única, probablemente, sería que me cancelaron el partido de tenis. Pero no es para tanto. De todos modos lo hubiera hecho pedazos. Sí, juegan tenis pero no son tan atascados como yo. Y aún sin antivibrador, mi derecha con topspin es letal; claro, estamos a nivel del mar y todo entra.
En cambio, había oferta de porterhouse steaks, lo que sea que signifique. Son unos filetes de unos 2 cm de grueso con un pequeño borde de grasa, simplemente ideales para la última novedad en mi mundo: las carnes asadas a la orilla de la alberca. Y no sólo eso; también había oferta de Coopers sprinkling ale, que es de las mejores cervezas que hay por acá. Claro que la oferta significa 11 dólares cada six, lo cual no es para nada una ganga, especialmente si uno lo traduce a pesos mexicanos. Pero no estoy dispuesto a juzgar esas cosas.
Hubo una fiesta, nada especial, pero sirvió de preámbulo para ir a un par de lugares chafones y luego a lo mejor a lo que he ido en este tiempo. It's called Academy, un viejo cine reacondicionado. La música no es nada espectacular (i.e. DJ Chachalaca probablemente se rehusaría a tocar en vivo) pero al menos es infinitamente superior al pop mierdero-noventero del resto de los lugares. Y además pusieron a Daft Punk por unos minutos, razón de sobra para estar más que feliz.
Un Don Rosco inspirado, acicalado con un pasador regalo de una buena amiga (y no se preocupen, no se ve gay, se ve muy cabrón), tuvo que regresar a casa por el pasaporte porque los putos estos no aceptaron la credencial del IFE. Pero hubo una gran venganza porque me encontré un billete de 50 AUD, lo cual me permitió tomarme un par de Coronas de 7 dlls. Y saben qué? Saben igual que siempre; la rebanada de limón simplemente las hace igual de chaquetas que siempre.
Luego de un rato, emigramos a Academy, que según Felix el suizo es el único antro-antro del pueblo. Y creo que tenía razón.
Al final sólo quedamos 3 hombres, y había cantidad de guerreras. En cierta forma tendría que sentirme arrepentido pues al parecer el pelo ondulado funciona como un imán para las australianas, y por alguna inexplicable razón no quise irme a casa con una que estuvo chingue y chingue. Supongo que son un poco más sutiles que las gringas pero de cualquier forma te hacen saber cómo esperan que culmine la noche.
Al final, la única carne que hubo fue la de MacDonalds.

Buy it, use it, break it, fix it,
Trash it, change it, mail - upgrade it,
Charge it, point it, zoom it, press it,
Snap it, work it, quick - erase it...

Whatever...

jueves, 16 de octubre de 2008

No need to fake it

Ayer fue un día cagado, aunque la premisa no fuera demasiado atractiva.

Amaneció muy nublado, de esas veces en que mira uno por la ventana y ni ganas de salir. Bueno, eso de que amaneció es más un eufemismo porque la neta eran como las 10.30 de la mañana cuando abrí los ojos. Pero supongo que eso no supone mayor diferencia. La cuestión es que me bañé, desayuné, y justo cuando me disponía a salir hacia la universidad para hacer mis deberes, empezó a llover. Curioso, cuando uno hace todo lo posible para no procrastinar, la naturaleza nos sale con cada pendejada...

Clima caprichoso, después de la lluvia bastante tupida que cayó por unos 20 minutos salió el sol, para volverse a nublar minutos después. Nada de ollas llenas de oro por el momento.

Después de unas horas ñoñas, vi a mis amigos por primera vez desde su viaje por la costa de Queensland. Confirmaron su interés por una recomendación que les hice días atrás (vía facebook, ni más ni menos), sobre lo que prometía ser una excelente película.

Fast forward a un sandwich de atún con queso derretido, humillación a Simón el bocón en Wii, me encontré con mis cuates afuera de Chicken Gourmet, un lugar cerca de la universidad que vende además de pollo ensaladas y pizzas, y que no me inspira confianza en lo absoluto, pues ya comí ahí un par de veces y al igual que KFC, me arrepiento con la primera (y asquerosamente grasosa) mordida. Y si a eso le sumamos el hecho de que el propio Simon me dijo que se le hace inaceptable comer ahí a menos que sean las 3 am, la cosa se pone realmente seria. Tal vez muchos no lo sepan pero Simon come sándwiches de queso con cátsup, o si está realmente inspirado, tocino con cátsup. Y si él le dice que no al CG, creo que le tengo que hacer caso.

Llegamos un poco tarde a la función, aunque no nos perdimos de nada importante. Al parecer mi mindset era el adecuado porque ni siquiera me había sentado, y ya me estaba cagando de risa.

¿La película? Harold and Kumar escape from Guantanamo Bay.



No ofreceré una reseña de ló que pasó en los siguientes cien minutos pero baste con decir que si se consideran simples y no la han visto no sé en qué están pensando. Yo me la pasé de pelos.

Los demás sí rieron, pero al final como que les daba penita aceptarlo. Y es que la película es políticamente MUY incorrecta y si uno no trae una mente abierta puede resultar incómodo, supongo. Yo no sabría decir porque justo esas escenas over the top fueron las que más me hicieron reír. Como sea, si no se la pasaron tan bien como yo es muy su pedo.

Ya en el camino de regreso Stefan venía diciendo que después de su viaje ya no se sentía como un extraño de vuelta en Canberra, que después de todo ya se sentía más acostumbrado a la vida pueblerina de acá. Y que ahora no veía tan malo tener paz y tranquilidad y descanso.

Hoy me habló el cabrón, para preguntarme qué iba a hacer en la tarde. Le prometí que mañana armaremos algo, una cena y chelas de jodido. Para combatir la asfixiante monotonía del hedonismo estudiantil.

Poco le duró el gusto: bienvenido de vuelta.

lunes, 13 de octubre de 2008

Señales





Pobres imágenes. Siempre las incluímos para reforzar las palabras, nunca como protagonistas de nada. A menos que seamos ilustradores de cuentos infantiles lo cual evidentemente no es el caso. Pues dispuesto a remediar esta situación, hoy he decidido que la imagen sea quien dicta las reglas por esta ocasión.

El protagonista de esta historia es nada más y nada menos que el conejito con tendencias suicidas, que aparece en un librillo llamado apropiadamente, The Bunnie suicides. De esos que uno quiere leer en el estado más simple posible, y que un servidor gusta dejar como atención en el baño (si la ingesta de fibra no es adecuada una carcajada siempre ayuda).

Y qué curiosidad, en cuanto googleé las palabras mágicas apareció la imagen de arriba que casualmente viene muy ad hoc con el post de hace una semana de mis experiencias en el gimnasio. Hasta pensé en ponerla ahí pero eso representaría violar mi principio de no intervención así que tendrán que hacer la relación mental. Ahhh y resulta que es justamente el dibujo que me convenció de comprar el libro. Recuerdo haber reído como loco la primera vez que lo vi, en uno de esos momentos de simpleza en los que me encuentro tan a menudo.


La vida está llena de señales. Pero yo sólo les hago caso a las que me hacen reír.


domingo, 12 de octubre de 2008

Fahrenheit 70.0

Se supone que este post estaría contenido en el anterior, pero creo que se hubiera hecho demasiado largo. Y sé que a muchos no les gusta leer gran cosa así que los separé.

Lo cual me lleva a hablar de lo que inicialmente quería decir.

Cuando terminé de hojear el libro, noté que la última vez que alguien lo rentó fue 6 años atrás, en 2002. Antes de eso tendría unos 6 sellos que iban hacia atrás hasta 1999. Me llamó la atención, así que me apresuré a encontrar uno de Edgar Allan Poe: sin sellos.

Trivial, dirán algunos, pero eso me llevó a pensar en cuál será el destino de los libros en el futuro no muy lejano. La historia de Ray Bradbury finalmente se quedó muy corta, pues los gobiernos ni siquiera tendrán que usar a los bomberos para quemarlos, simplemente se harán polvo antes de que eso pase. No es que la gente se quiera aferrar a sus amados libros (y si lo estaban pensando, lo siento: el tvnotas NO ES UN LIBRO).


Lo cual me llevó a otra reflexión: ¿cómo puede uno enterarse de un libro que acaba de publicarse? No lo sé, el libro que cambia nuestra vida podría estar por ahí, y nosotros ni enterados. Si no nos lo ponen en la cara en la librería (si es que ponemos pie en alguna siquiera), o el autor es famoso o de jodido conocido, simplemente no veo la forma.

Haciendo una analogía con el mundo de la música, qué pinche miedo. No me extraña entonces que carlos cuauhtémoc sánchez y gaby vargas sean los más leídos en México.
Y no hay escapatoria, pues quienes no leen nada usan ese tiempo para ver telenovelas u otros programas para sirvienta. O peor aún, escriben en blogs.
Después de todo, eso de la reconstrucción de la sociedad no suena tan mal...
¿A dónde te fuiste, Goliah?

sábado, 11 de octubre de 2008

Yours for the reconstruction of society, Goliah


Ahora los puntos empiezan a conectarse. Sí, ahora recuerdo. Ustedes disculparán la cantidad de tonterías y trivialidades que me veo en la necesidad de escribir, pero todo sea con el noble afán de exponer el contexto de una pequeña idea que me vino a la mente hace rato. Es que los sábados son días especialmente propicios para la meditación y la vigorexia, y hoy el clima como ya se vuelve costumbre estuvo simplemente perfecto.

En fin, he de comenzar diciendo que últimamente he recordado bastante aquel distante tiempo de estudiante universitario. Y no sé por qué, en particular recuerdo con agrado una época, creo que por ahí del 2000, en la cual solía frecuentar mucho la biblioteca del tec. Aunque los edificios son bastante feos, la biblioteca por dentro siempre me ha gustado, es de esos lugares que dan una indescriptble sensación de tranquilidad y amplitud.

Pues fue justo ahí donde leí un libro que me gustó, de historias cortas de Jack London. En especial una titulada Goliah (1910), que trataba sobre el ahora gastado tema del idealista (o sea malvado) que, a través de cartas al periódico, plantea la necesidad de reconstruir la sociedad, obviamente siendo él el mandamás, so pena de destruir ciudades enteras con la ayuda de armas potentísimas. Nada especial, pero el tipo firmaba las cartas con el pseudónimo que da título a la historia y eso me parecía que le daba un aire de misterio muy interesante...

Por otro lado, en la tele pasaron un episodio de una serie llamada Criminal Minds que trató de exactamente lo mismo (bueno, ustedes entenderán, porque apuesto a que los guionistas no son precisamente Mr. London). Sí, un cliché en nuestros días. Y luego me preguntan por qué no me gustó V for Vendetta, ¿será el guión súper original acaso? Whatever...
El martes de la semana pasada, caminando por el muelle de Sydney, una gran placa sobre el piso llamó mi atención. Y no es que sea morboso ni chismoso, pero fue algo raro porque de todos yo fui el único que se detuvo un instante para leerla. La placa era (¿quién lo hubiera imaginado?) sobre Jack London:

Todo un personaje el señor...

Ahhh, pues resulta que hoy decidí darme una vuelta por las novelas en la biblioteca, a ver si algo llamaba mi atención, pues al parecer mi humor no estaba para películas. Pensé en un título harto famoso en la literatura anglosajona, para averiguar su ubicación, y lo primero que me vino a la mente fue Of mice and men, de John Steinbeck. Quizás algo para rednecks, pero algo tendrá para ser considerada un clásico. Como sea, -me dije- si encuentro algo interesante en el camino, perfecto.

A qué no adivinan el libro de qué autor llamó mi atención antes de llegar a la S...

Y he de decir que todo esto fue completamente inesperado, pero en cuanto volteé a ver aquel libro rojo y vi que era de historias cortas de Jack London (!) no pude evitar esbozar una sonrisa... Lo más curioso del caso es que este libro no contenía Goliah, pero me hizo recordar el título.

Fue justo en ese momento cuando todo lo acontecido en las últimas 2 semanas cobró sentido, casi instantáneamente. Una sensación extraña pero sumamente gratificante.

¿Por qué será que nunca he escrito un guión para una película? Ahh claro, porque sólo a mí me gustaría...

Por cierto, pueden leer Goliah aquí.... Es más interesante de lo que podrían pensar. Y pensar que fue escrita hace 100 años...

martes, 7 de octubre de 2008

Cut here. Paste there

Estaba pensando en aquella película de Adam Sandler, Click. Eso del control remoto jajaja sería definitivamente el mejor invento en la historia del universo. Aunque tal vez nos volvería unos huevones irresponsables, ahhh a veces sería demasiado útil. Yo creo que pagaría mucho dinero por poner mis garras en uno de esos controles ahora mismo. Fast forward a dentro de 4 semanas para dejar de tener los pendientes de la escuela. O unos meses más y encontrarme comiendo tacos de cecina en Tlayacapan. O retroceder unas 5 semanas y seguir teniendo 26 y evitar la llegada del cumpleaños 27 y todo lo que trajo consigo.

Pensándolo 2 veces, sería demasiado fácil. Y las vacaciones y las cosas chingonas serían ridícuamente insípidas, si no fuéramos conscientes de la chinga que hay que sobrellevar para llegar a ellas.

Finalmente, eso de hacerse viejo no es tan malo después de todo. Pase lo que pase, las experiencias sirven de algo. ¿O no?

Para despedirme, una manta presente en el Museum Of Contemporary Art de Sydney. Algo chafón pero esta cosa me gustó. Y no había nadie para evitar que tomara la foto...




¿Qué significa eso? ¿Que no sufrimos 2 veces por la misma causa? ¿Será cierto?

Un último favor: fast forward al 3'33 de la canción 8 del Head on the Door...

sábado, 4 de octubre de 2008

Goin' global

Last night, as I was falling asleep, some strange ideas crossed my mind, the kind that, like the ones you have when you're about to wake up, you can't really tell if they're dreams or actual thoughts.

One of those ideas was about me having to write, again, something in English (the first and only time was like 5 months ago...). Now, for me that shouldn't be much of a challenge since supposedly I am capable of doing so. But, as always, there´s something else. And that something is that, well, I have no idea how to get the job done. Somehow I have to make my tongue-in-cheek style (so well known in Spanish) appealing for a global audience. And that's exactly what worries me...

Anyway, I have to start with today's experience, and a very unpleasant feeling I had the moment I went into the ANU gym. The feeling? Well, it looks that such a place is filled with faggots. That's right, I couldn't help but noticing that most guys in there are pretty much in love with themselves, or are in the lookout for someone as image-self-conscious as themselves. It' not that you can't stare at your image in the mirror, it's just that when you feel someone ELSE is staring at you or smiling for a second too long, I start to feak out.

Also I have noticed that very few people go by themselves; there's always the need of going with as many friends as possible, otherwise it'd be simply unacceptable to step in that horrible place. Of course, once you're there with your mates, you're more than allowed to moan (as loudly as possible) so that everyone else notices how much weight you're benchpressing and how short your pants are... simply disgusting. Not to mention the hordes of dark skin guys (I don't fucking care where they are from) that apparently enjoy smelling their own stench, or they simply don't notice or don't care. If they want to smell like fucking rotten onions I don't give a damn, but if they are going to a public space they should show some consideration for those who DO shower once in a while... but of course you see them bragging about their muscles. I just wonder what's the kind of girl that'd go near them smelling like that... maybe a female pig with really low self esteem.

Yeah, you might think that I'm very intolerant but that's not the case. I think it's just a matter of common sense, really

In the meantime, I'll just have to go at more unconventional hours. And of course, avoid my beloved thight shorts and tank-tops... so sad.

jueves, 2 de octubre de 2008

(not) My generation

Por una parte ya me quiero ir a mi casita a descansar. Pero por otra, me he dado cuenta de que mis posts más entretenidos (por no decir los escasos que pasan el corte) salen siempre que escribo en lugares públicos, específicamente en la biblioteca de la ANU. No lo sé, supongo que es una especie de voyeurismo que estimula otras partes del cerebro, eso de ver gente por todos lados peleándose con las frustrantemente lentas y jodidas computadoras para uso público creo que me resulta altamente gratificante, escribiendo en mi posh laptop de vanguardia. (Por cierto, casualmente hace rato me enteré de que esta universidad posee la supercomputadora más atascada del hemisferio meridional, pero desgraciadamente ese derroche de dinero y tecnología no se ha permeado a los jodidos estudiantes como yo.)

Bueno, como sea no sé en qué estaba pensando cuando comencé a escribir (el párrafo anterior fue escrito hace unos 20 minutos antes de empezar a divagar), pero sé lo que pienso ahora: crisis mundial, mi presentación de mañana, mis aventuras por Sydney... muchas ideas muy vagas, poco material para trabajar. Supongo que mis ganas de irme de aquí son mayores a la inspiración que me brinda la locación, que por cierto ya no es mucha porque ya son casi las 10 pm y estar aquí es más bien depresivo. Así que me limitaré a mostrar una foto, sólo para que conozcan a mis amigos de por acá:



De izquierda a derecha:

Stefan, el alemán, a veces es extraño pero él no tiene la culpa. Simplemente actúa como alemán, supongo. Pero es muy cagado y es un tipazo. Y es él con quien puedo echar carrilla y hablar de viejas. Y tomar chelas en cantidad. Se va en 2 meses...

Hyunji, la coreana, tiene un vocabulario limitado, y sus frases favoritas son "you're mean" y "I hate you", aunque las usa indiscriminadamente y evidentemente la mayoría de las veces no tiene motivo alguno para quejarse. Pero me hace cosquillas en el brazo y en los pies así que me aguanto. Ahh y se encarga de subirme la autoestima cada vez que me recuerda lo sexy que soy...

Marie Cecile, o Maïa de cariño, francesa, supongo que debe ser descrita como "un alma libre", de esas personas que emanan luz (y algunas cosas más), por lo que sé toca el arpa y ha de tener algunos 10 galanes haciendo fila. Coqueta la señorita...


Powell, de origen complicado aunque su país de nacimiento es Suiza, originario de Burma, es el más "australiano" de la banda, y el que nos hace el paro la gran mayoría de las veces. Cocina de poca madre y es el autor de varias de las mejores comidas que he tenido desde que crucé el ecuador. Es el elemento cohesivo del grupo, el que organiza todo y el que entiende mis estúpidos chistes rednecks...

Maëlle, francesa aussi, es algo complicada de describir. Algunos podrían decir que es simplemente rara y antisocial, porque a veces lo es en extremo, pero yo creo que hay algo más. Le falta experimentar cosas y madurar un poco supongo. Tiene buenos gustos musicales y le gustan mis recomendaciones así que puntúa alto en mi escala. A veces pienso que me tiene miedo, especialmente en mis días de cabellos locos, supongo...

Finalmente estoy yo, el sabio del grupo. El que se rehúsa a posar en las fotos. El único que viene de un país subdesarrollado. El que se preocupa por llevar buena música y cantar en las calles. El que se tuvo que regresar a Canberra por no tener el receso de 2 semanas.



Pues cómo ven, ahora conocen a mis amigos más cercanos. En pocas palabras, son ellos quienes me ayudan a mantener la cordura y a no adoptar un mutismo total en las horas afuera de los salones de clase. Quienes hacen sonar de vez en cuando mi celular para avisarme que no tengo que comer espagueti de nuevo...

Gracias amigos!

Ya era hora

Es bastante obvio, pero la verdad es que, como a una actriz en el otoño de su carrera, a este blog ya le hacía bastante fata un pequeño facelift, como el inmejorable pretexto para introducir el color de la temporada: el verde.

Y no es que este sea un lugar decadente, más bien todo lo contrario. Exhuberante como nunca, irradia vitalidad y rayos cósmicos.







Sólo diré una cosa más: no se preocupen, a este blog no lo verán nunca jamás actuando en una telenovela ni ningún otro programa para oligofrénicos.