sábado, 29 de noviembre de 2008

A long Movember

Una semana de viaje, y aún queda bastante. Un breve respiro para reunir fuerzas, y si es posible, paciencia. Días un tanto estresantes, con eso de manejar una camionetota en los caminos más sinuosos que he visto en mi vida, del otro lado de la carretera, sin haber manejado en más de 4 meses y con una vieja que ya me tenía hasta la madre riéndose de absolutamente todo, con intervalos de descanso no mayores de 2 minutos. A pesar de todo, debo decir que ha sido una experiencia bastante gratificante, y sigue impresionándome mi capacidad de no escupirle a la gente que lo tendría más que merecido.
No intentaré dar demasiados detalles, simplemente comentare de paso que, como lo hubieran podido adivinar (si fueran australianos y si les importara en lo mas mínimo, lo cual dudo bastante) por el título, noviembre es un tiempo para combatir el cáncer de próstata dejando crecer el mostacho. No hubo forma de zafarme, ya que fue un trato entre caballeros. De hecho pase un par de semanas sin rasurarme, y tengo una foto que me tomé hoy para probarlo. Ni se molesten en pedir la foto porque eso simplemente no va a pasar; de hecho no sé ni por que la tomé pues no pienso mostrarla.


Tengo 5 minutos, como un buzo viendo que se le acaba el oxígeno. No prometo nada, sólo que hare todo lo humanamente posible por pasar un buen rato. Y no es que antes no lo hiciera, simplemente lo estoy recordando...




Salud...

sábado, 22 de noviembre de 2008

Tongue in cheek

Así como una golondrina no hace primavera, una noche de mala música no representa el fin del mundo. Y ciertamente no hay cosa en este mundo capaz de mermar el inquebrantable ánimo de este humilde mexicano errante en tierras australes.

Estoy en la víspera de un gran viaje para el cual he estado pensando adjetivos. Impredecible, fortuito, excitante, imprescindible. Creo que al final de cuentas, las palabras salen sobrando. Llevo más de 2 meses frotándome las manos, y finalmente el día ha llegado. No puedo evitar sentirme ansioso y emocionado para afrontar lo que será uno de los viajes más largos que haya hecho en mi vida. Cuatro semanas de lugares en los que nunca he estado, y a los que probablemente nunca regrese. No puedo evitar sentirme muy afortunado y agradecido por esta oportunidad que se me presenta. Un premio por no sé cuántas cosas, la principal supongo, la osadía de estar aquí.

Hoy Simón mi roomie se fue a su pueblo, y dio inicio una sensación rara, al margen de toda la parafernalia del inminente viaje; parecerá tonto, pero el depa se siente demasiado silencioso. Y presenciar despedidas al término de la cena acrecentaron esa nostalgia. Cosas que inician, cosas que terminan. Viejos conocidos, lugares nuevos; historias que llegan al epílogo, mientras prólogos inéditos o inconclusos esperan impacientes ver la luz de un nuevo día.

Tengo tantas cosas en la cabeza que no puedo más que disculparme por estas ideas tan enredadas.

Pero no se preocupen, ya habrá más, mucho más cuando esté de vuelta, a la menor oportunidad. Esto es sólo un hasta pronto...

viernes, 21 de noviembre de 2008

DJ Mierda

Así es. Como no podía faltar.
Y es que probablemente sea injusto, pero es que después de ver a John Digweed (según me contó Alex), todo lo demás parece trivial. ¿Recuerdan aquel lugar llamado Academy, que tan "buenos" recuerdos me había ocasionado? Pues hoy fue el regreso, con lo que seguramente iba a ser la última salida de los 3 mosqueteros en Canberra. La noche prometía bastante, con eso de que los jueves sí son supuestamente juebebes, sin cover para los estudiantes y chupes de 2 dólares.
Justo a la medianoche, hizo su aparición lo que parecía ser la señal divina que había estado esperando por tantos años: reconocí MI canción por excelencia, aquella que dio título a un post muy muy reciente, de Royksöpp. Sin embargo, el encanto duró algo así como 15 segundos, pues comprendí que era demasiado bueno para ser cierto, ya que el DJ se encargó de arruinarla por completo. Una manía que sigo sin entender, cuando a huevo quieren mezclar canciones que no tendrían por qué mezclarse, la cual se confirmó cuando minutos después tocaron una parte de The Wall versión dance (!).
La calabaza pudo haber llevado a la cenicienta a alturas insospechadas, pero no fue así. De hecho, diría que todo lo contrario, pues hasta nos tocó presenciar una pelea de lo más tepiteña, donde volaron vasos con todo y sus contenidos, y hasta me hicieron medio vaciar el contenido de uno de ellos en la blusa de una amiga. Totalmente sin intención, aclaro, pues el novio estaba a unos metros de distancia, de hecho haciéndose el cagadito dizque hablándome en "español" (lo cual para él significó decirme "compadre").
En definitiva, lo poco que hubo para rescatar fue el postre, el grandísimo pastel de café que horneamos ayer, y que por cierto no le pide demasiado al de allá, si omitimos la consistencia y el betún...
Hoy también hubo Daft Punk, pero al parecer ya no es suficiente. Don Rosco pide más y más. Y es triste saber que no habrá nada de eso. Pero ya me andaba...

lunes, 17 de noviembre de 2008

Tres historias tres (1)

Enórfito frunció el seño y elevó la mirada. Intentó en vano dar sentido a lo que acababa de escuchar: unos minutos antes, había recibido una llamada que lo dejó perplejo. Una cita un poco forzada siendo domingo a las 4 pm.
-It's OK if Stefan and Powell come -they continued-, but it is YOU we want to talk to. A matter of international security-, le dijeron.
La noche anterior se habían reunido en casa de Felix para ver Rambo. Stella Artois, ánimo festivo, pero nada que revelara el propósito de la carne asada y la aparentemente importante charla. Cada vez que la gringa y el suizo se juntan, cosas suceden. Ahora, con la adición del mexicano, más de uno se pondría a temblar.
Un par de horas después, y al menos una hora después de la hora acordada, la reunión dio inicio.
-Alright guys, what is this all about?
-Later, later. We should go sit down, discuss things over a steak and a beer.
Diciendo y haciendo, mientras Felix le mostraba el contenido de una de las bolsas: un six pack de cerveza japonesa, lo que hacía todo aún más sospechoso. Todo parecía tratarse de un (intento de) soborno, pero ¿a cambio de qué?
Meanwhile, he couldn't help noticing the smirk on their faces. It looked like something fishy was going on...

jueves, 13 de noviembre de 2008

It could be sweet

Curioso, cómo cuesta renunciar a las rutinas, sean buenas o malas. Creo que todos, hasta cierto punto, las necesitamos. La incertidumbre de carecer de estructura en lo que hacemos y vivimos suele ser demasiado abrumadora para soportarla por mucho tiempo.
Lo digo porque desde que terminé las clases, me he embarcado en otras rutinas, un poco por elección propia y otro poco por mera necesidad. Toda la semana, de 10 a 1 am, Copa Másters (y gracias a Simon por el tip), y tenis al mediodía siguiente. Esta parte, sin embargo tuvo que cambiar desde ayer pues el sol está increíblemente insoportable y la deshidratación está a la orden del día. Aunque la satisfacción supera por mucho las inconveniencias climatológicas: modestia aparte, mi revés a una mano es no menos que espectacular, y si no pregúntenle a Stefan, a quien su orgullo de alemán, sin embargo, probablemente le impida reconocer la calidad de los passing shots sobre la paralela.
Pasando a otro asunto, tengo que dejar constancia escrita de lo que pasará este fin de semana: resulta que, finalmente el destino sí obra de maneras misteriosas.
Pero no tan rápido, pues tengo que explicar algo antes. Resulta que en el Coachella de 2008 tuve que desistir de ir a ver a Sasha y Digweed (sí, sí me gusta el house, y más a casi 40 grados y brincando sin playera). ¿La razón? Mhhh un grupillo tocaba a la misma hora en otro foro.
No me arrepiento, por supuesto, pero ahora resulta que de la forma más fortuita imaginable, se hará una justicia que nadie pidió. Resulta que John Digweed tocará el sábado en Seúl y adivinen quién estará ahí sentado en la sección VIP del lugar este... así es, Alex Digweed, primo hermano del mencionado DJ.
Por cierto, el grupo ese era Portishead.

lunes, 10 de noviembre de 2008

What else is there?

Alivio, relajación y comida hindú. Cerveza importada. Hartas películas independientes.
Así fue el glorioso término del primer semestre. Una especie de luz indirecta para iluminar la existencia.
Ahora la mesa está servida y los manjares a la vista. No hay sorpresas, no hay vuelta atrás. Mi mindset está en la posición correcta, después de muchas vueltas en los lugares equivocados.
Ayer recibí noticias justificablemente demasiado buenas para ser ciertas, y no quiero arruinarme la ilusión hasta que no se concrete... veremos, veremos.
Por el momento me tomaré un descanso y un poco de sol. Experimentaré el hedonismo que sólo el ejercicio, el deporte y el sauna pueden brindar. Miro hacia afuera, y sólo hay un enorme cielo azul. Siento cómo la satisfacción recorre mi cuerpo...

lunes, 3 de noviembre de 2008

Not over yet

Esta es mi segunda semana sin clases. Y aunque en ciertos sentidos no es la gran diferencia pues sólo iba 2 días a la semana, he perdido casi por completo la noción del tiempo. Y para mi desgracia, es como si el botón de repeat de aquel control remoto se hubiera quedado trabado en un domingo. A veces siento que es como desperdiciar un período de mi vida, totalmente improductivo, atrapado en el limbo por un par de semanas antes de hacer algo extremadamente necesario en estos momentos: cambiar la rutina por algo chingón. Y afortunadamente, ese cambio durará más de lo previsto, pues se acaban de añadir un par de semanas en Nueva Zelandia. Sintiéndome como en la inédita cuarta parte de El padrino, me hicieron una oferta que no pude rechazar. Ahhh, 2 semanas en una islita que lo tiene todo. Las preocupaciones (y el arrepentimiento) por la gastadera vendrán, pero después. Ya regresando trabajaré durante una navidad que poco significado tendrá para mí, inmerso en un mar de desconocidos lejos de todo.
Y digo eso porque a mí me gusta celebrar el nacimiento de nuestro señor jesucristo todos los días del año, no sólo el viernes santo.


En fin, el punto de todo esto era la abrumadora monotonía de la vida. Y lo peor es que no soy sólo yo: he estado investigando y los demás pasan exactamente por lo mismo: irse a sus casas, ver tele, conectarse a internet, youtube, facebook y ya en situaciones extremas, estudiar. Aunque creo que mi caso no es tan patético como para quienes viven en los dormitorios, donde ni siquiera tienen internet en sus cuartos. O si quieren ver la tele tienen que bajar al common room, esperando que nadie haya apañado el control para ver un partido de cricket de 6 horas.


En contadas ocasiones, sin embargo, suceden cosas que iluminan, aunque sea brevemente, la existencia: descubrimos en un cuarto en uno de los mencionados dormitorios un Super Nintendo. Hartos juegos, pero mis ojos sólo vieron 3 palabras. Super Street Fighter. Un muy placentero flashback a mi adolescencia. Y unos minutos después, un triste recordatorio: no es tan divertido, pues sigo siendo invencible.


Otro highlight fue el festival internacional de cine, al que muy probablemente siga teniendo que ir solo pues no mucha gente se emociona ante la expectativa de ir a ver una película escandinava.


La que yo vi se llamaba Black Ice (Musta Jää), nada del otro mundo pero refrescantemente diferente. Un recordatorio de que tocar la guitarra en pelotas es más divertido de lo que parece.

Yo sólo tengo un tambor; eso tendrá que bastar por el momento.