miércoles, 18 de junio de 2008

Yo, aquí, ahora. O tal vez después.

ucronía.
1. f. cult. Reconstrucción lógica, aplicada a la historia, dando por supuestos acontecimientos no sucedidos, pero que habrían podido suceder.
Y no lo digo yo, lo dice la Real Academia de la Lengua.
Baste decir que esta última semana y media ha sido tremendamente ucrónica. ¿Y de dónde demonios saqué esa palabra? se preguntará más de uno. Y la respuesta es: mejor no preguntar, si no están dispuestos a fumarse una respuesta que ni siquiera los dejaría satisfechos.
Supongo que no siempre es grato pensar en el pasado, pero por favor, no seamos injustos; el pasado pasó por algo y en cierta forma si hubiera pasado de otra forma hoy en día seríamos otras personas suspirando por cambiar ese otro pasado alternativo. Cautivos de la desidia y la indecisión, ¿por qué no pensamos que si estuviéramos ante la posibilidad de tomar un DeLorean, con el Doc destilando alcohol (el factor de riesgo siempre tendría que estar presente en los viajes en el tiempo), seguramente sería como hacer trampa, llegar con un conocimiento previo que no corresponde con ese momento visitado? Para mí sería como si de pronto despertara y estuviera en primero de prepa. Seguramente haría muchas cosas muy diferentes pero ese no es el punto.
Hay que sangrar; para saber que nuestro corazón está lleno de sangre, y para saber que efectivamente estamos vivos. En ese sentido me ha tocado sangrar, y a mucha honra. De todas formas, tengo sangre más que suficiente así que no importa.
La pregunta pertinente en este caso es: ¿qué pasaría si el balance de la ucronía se viera alterado por circunstancias exógenas no contempladas con anterioridad? ¿si esto que supuestamente nunca pasó resulta que sí pasa en algún momento? ¿Cómo afecta esto la historia, o en su defecto su narración? ¿Será que los vencidos se vuelven los vencedores, después de todo?
Sospecho que es mejor, al final del día, vivir la vida sin adjetivos. El tiempo se encargará de asignarlos por nosotros.
¿Y saben qué más? El décimo mandamiento me la pela.

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