martes, 18 de marzo de 2008

A mi amigo

Sólo sé que fue en marzo cuando me despedí de ti. A un año de distancia, se sigue sintiendo un dolor, pero no es igual. Ya no es el dolor que hace enjugar lágrimas, que nos pone inéditamente nostálgicos y melancólicos. Es más como un resentimiento contigo, por rajón, por dejarnos acá y no querer seguir compartiendo con tu comuna de hermanos inseparables. Porque ni siquiera todo lo que nos enseñaste y nos forzaste a entender y valorar se compararía jamás con tu presencia, tu amargura, tu luz. Porque al idealizarte me doy cuenta de que a la distancia tu memoria y tu recuerdo no hacen justicia a tu amistad incondicional. Porque ya no tengo con quién ver la ciudad de noche desde el segundo piso. Porque nos heriste como sólo un hermano podía herirnos. Pero sobre todo, porque aunque no estoy muy seguro, espero que estés en un lugar mejor que éste.
Edmond, Gordo, Gordito, Gordovés, Carnoso, Edson, Edmundo Dudalai, D'alessio, Almond, Gordux.

Lo sabes, lo sabemos. No hacen falta más palabras.
Hasta siempre

1 comentario:

Anónimo dijo...

que guapo que esta mi Gordito...I miss him a lot....agrrrr