jueves, 11 de septiembre de 2008

Sueños y lágrimas (y muchos aplausos)

Soñar es de esas cosas deliciosas que no cuestan un centavo y nos alejan (a veces) de las tensiones y las preocupaciones diarias. Yo personalmente he estado un poco obsesionado con ese tema, y el papel que juega el inconsciente en la generación de lo sueños. ¿Soñamos a color o se lo ponemos en el instante en el que despertamos? ¿Realmente pueden ser interpretados con tanta certeza? Y así podría seguir hasta desgastar la tecla de los signos de interrogación. Pero como no se trata de eso, simplemente me limito a verlo todo desde una perspectiva humilde, subjetiva y sin mayores pretensiones ni choros pseudo-científicos.
Agradezco a veces que los sueños no tengan nada que ver con las experiencias del día: si así fuera llevaría varias noches soñando siendo aplastado por Donkey Kong y unos cuantos millones de playstations y wiis y muchas otras cosas horribles (que por cierto tienen que ver parcialmente con la escuela, no es que sea un vicioso que juega 4 horas diarias). Lo que soñé simplemente fue algo muy cagado, con la ventaja de que en cuanto despiertas lo recuerdas todo a la perfección. Evidentemente no todo tiene mucho sentido así que muchos de los detalles duran sólo unos minutos, lo que hubiera sido el destino del sueño en su totalidad de no haber sido por su extraordinario contenido de cosas absurdas. Es realmente algo muy estúpido pero ad hoc con este blog que sirve como purgatiorio de toda la basura que por momentos satura mi cabeza y no me permite enfocarme en mi principal tarea...
Pues resulta que estaba acostado en una especie de diván, y si mal no recuerdo era de esos cuyos descansabrazos tienen una forma como de capitel jónico, de piel de cerdo muy obscura. Un diván más bien mamón, para terminar pronto. Por alguna extraña razón que no logro entender, súbitamente me quitaba los tenis y los calcetines, dejando al descubierto mis hermosos pies (y que conste que no lo digo yo, me lo han dicho en repetidas ocasiones neta jajaja). Total que empezaba a mover los dedos de los pies con una gracia y una coordinación tal que en muy poco tiempo tenía una numerosa audiencia, compuesta mayoritariamente por niños de alrededor de 6-12 años, todos boquiabiertos y embelezados con la sensibilidad de mi interpretación. En muy poco tiempo, me encontraba en una corte ante el mismísimo rey y su familia, a quienes hacía lloraban incontrolablemente a placer, con el simple movimiento del penúltimo dedo (el segundo más chico), que por alguna razón hacía recordar un oso bailando.
En ese momento de gloria recuperé parcialmente la conciencia, en uno de esos momentos en donde se puede volver a soñar casi instantáneamente, invocando el sueño anterior e incluso encausándolo a discreción. En ese punto, decidí abandonar la corte: ya estaba harto de tanta lambizconería y fetichismo.
Sonó por fin el despertador. Miré dentro de mi capullo de cobijas.
Nunca había visto pies más hermosos.

...o menos bailadores.

2 comentarios:

Elentary dijo...

Jeje
Surely you're jocking, Mr. Rosco

Pip3ns dijo...

ALMIRANTE:
EL OTRO DÍA SOÑE UN MONTÓN DE COSAS, PERO LO MÁS RARO FUE CUANDO ME DESPERTÉ. ERA COMO LA UNA DE LA MAÑANA DEL MIERCOLES O MARTES O COMO QUIERAS LLAMARLE AL MOMENTO, CUANDO ES LA UNA Y AL SALIR EL SOL SERÁ MIERCOLES, PERO CUANDO TE ACOSTASTE ERA MARTES...
SONÓ EL TELÉFONO. "HOLA GIORGIO, ¿CÓMO ESTÁS? SOLO QUERÍA AVISARTE QUE LLEGAMOS MAÑANA. MAÑANA SALIMOS Y MAÑANA LLEGAMOS TAMBIÉN, ¿NO ESTÁ POR AHI TU PRIMA?..."
AJÁ. ERA MI TIO, QUE ES EL FAVORITO PARA TI (CREO), GIPAETOS, LLAMANDO DESDE SUIZA PORQUE FUE DE VISITA CON MI PRIMA QUE ACABA DE TENER UNA HIJA.

CHANGOS
SEMEN
AMOR
BESOS
PIP3N
POLLO
JAJAJA