lunes, 29 de septiembre de 2008

El camino a la perdición

...está más cerca de nosotros de lo que estaríamos dispuestos a aceptar.

Yo en lo personal, no me pude resistir más, y por unos instantes, me convertí en el consumidor perfecto, innegable víctima impulsiva de lo que se les ocurre poner en la fila de las cajas en el súper. Sí, lo estaba posponiendo indefinidamente, pero finalmente pasó:




Por supuesto, las de mango no las venden en paquetes de 4 así que me resultaría más costoso hacerme adicto a ellas. Aunque a decir verdad, aunque sí me gustaron, no se ve por dónde le puedan quitar la corona a las de naranja.

Cambiando radicalmente de tema, mañana vuelvo a Sydney, ahora sin el lastre de las maletas gigantes, lo cual es motivo suficiente para augurar buenas cosas. Ya veremos cómo se pone, por lo pronto nos prometieron una vista espectacular de la ciudad, esperemos que lo cumplan. Y si lo hacen, esperemos que yo cumpla mostrando las tan prometidas y tan escasas fotos. Veremos...

Es raro, quisiera seguir escribiendo, tengo tantas cosas en la cabeza. Pero la inspiración simplemente no llega. Qué más quisiera yo que dejar un cuantioso legado, capaz de compensar mi prolongada ausencia, pero no será hoy el día.

These rivers of suggestion are driving me away.
I'm sorry.

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