Y no me alegro en absoluto de haberlo descubierto. Más bien me siento completamente humillado y como un verdadero imbécil.
Ahí les va: me siento de la chingada, como pocas o ninguna vez en mi vida, por algo que no sé si pasó ni cómo pasó ni por qué pasó, si es que pasó. Y si logro dar con la respuesta, eso me convertiría en el mayor pendejo en la historia de la humanidad. Y si no doy, tampoco mejoraría demasiado...
¿Cómo les quedó el ojo?

Ni a Paul Sloane se le hubiera ocurrido algo así.
¿Será que todo esto es una pesadilla?
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