lunes, 22 de septiembre de 2008

Flores

Qué horror. Esto ya parece más un diario de quinceañera que otra cosa. Pero no se apuren, pues como en un programa de televisión, omitiré los detalles aburridos y que sé que nadie quiere conocer (como la escuela) y me limitaré a mi acostumbrado parloteo de cuestionable calidad.

He de empezar contando que antes de venir a esta tierra olvidada por los dioses (de la diversión) llamada Canberra, me encontré con un dato un tanto curioso: resulta que en Australia, esta ciudad es supuestamente famosa por sus jardines y sus flores, algo así como la Vancouver del hemisferio meridional. Y digo eso por que ahora que lo pienso no sé de ningún lugar que sea famoso por sus flores que no se llame Xochimilco.
Como sea, hace una semana comenzó el inmensamente publicitado evento que hace a todos los canberranos (nativos y adoptivos como un servidor) orgullosos de esta noble tierra: Floriade.
Se podrán imaginar perfectamente que no soy precisamente el gran amante de las flores, pero tampoco es que haya demasiadas cosas que hacer por acá, así que aceptando una invitación un tanto fortuita (a través de facebook nada menos), me dispuse a averiguar la razón de tanto alboroto.




¡Claro! En las fotos todo se ve espectacular...

Llegamos, entrada libre -mhhh todo pinta bien. Un día soleado, despejado, de esos que da gusto estar afuera. Y sí, todo estaba lleno de tulipanes, y se veía bien (claro, no tan bien como en las fotos promocionales), pero a los 10 minutos uno se da cuenta de que son sólo eso...flores. Y como desgraciadamente no llevé a mis hijos la diversión en familia no apareció...




El chiste nos duró algo así como hora y media. Suficientes flores como para sobrevivir un año más sin ver ni una más.

Ahhhh pero aún había una sorpresa esperándome:


Ven y dime cómo es que floreces...

2 comentarios:

D.F. dijo...

¿Qué le estás haciendo al pobre canguro? En fin, mejor dime lo de Southland Tales que yo no la he visto ni leido los libros.

Pip3ns dijo...

CUERNAVACAAAAAA


AAAAAHHHH, QUE LELO ERES