viernes, 1 de agosto de 2008

Meta-post (o sea, un post que habla de otro post)

Ahhh qué bien se duerme envuelto en nada más que algodón; valió la pena el sacrificio, y las 3 horas (y no exagero) que duró mi peregrinación por todas las putas tiendas de esta ciudad para encontrar unas sábanas decentes y una funda para edredón, sin tener que desembolsar para ello cantidades ridículas; sí, claro que hay sábanas de algodón egipcio, de mil hilos, pero yo no estaba dispuesto a pagar 140 dólares por ellas.
Reía solo, me frustraba, pataleaba; no es fácil tomar esas decisiones que te van a afectar durante todo un año.
Ingenuamente, pensé que en unas cuantas horas me daría tiempo de escoger sábanas, una funda para edredón, una almohada (o dos), shampoo, un tapete para el baño, una toalla de manos, jabón para manos y todas esas pendejadillas que uno nunca toma en cuenta pero que si no las tiene mhhhh resulta incómodo.
Ahhh, y no sólo eso, también pasar al súper y comprar comida para la semana, y aparte todas esas cosas que se necesitan a lo largo del tiempo, como mostaza, servilletas y vayan ustedes a saber...
No habría necesidad de decirlo, pero como se imaginarán, llegué casi de noche a mi casa, con únicamente dos bolsas, en las que estaba el juego de sábanas, el edredón y unas cuantas cosas más para comer; ya pasaba de las cinco y había desayunado un jugo de naranja, lo cual definitivamente no es una buena idea para ir al súper...
Ahora tengo que volver allá, no hay mucho problema porque queda a tres cuadras de mi casa, pero obviamente estar acá escribiendo mi odisea por el canberra center tampoco ayuda a mi causa, lo bueno es que hoy por ser viernes cierran más tarde (o sea, a las seis o seis y media...).
Tendría que estar cerrando y concluyendo cosas, pero ni siquiera sé de qué demonios quería hablar.
Evidentemenete, el hecho de que hoy haya llovido y no tenga absolutamente nada mejor que hacer me obligó a hacer esto; pido una disculpa de antemano por la baja calidad de este post tan horrible, que no borraré por un simple sentido de ética de escritor de poca monta.
Así que como se imaginarán, ya me urge que sea primavera, o que al menos los días se hagan un poco más largos, realmente necesito abandonar el horario de vampiro que he adoptado el último par de días.
Mire usted nomás, señor Don Rosco: más le vale espabilarse, y nada de pretextos ehhhh? porque si algo sabe ya es la importancia de las endorfinas en nuestra existencia...
Ok, pues ahora entiendo: es hora de desempacar las ligas y dejarse de pendejadas.

1 comentario:

Unknown dijo...

el más raro, pero sin duda, mi favorito por muuuucho.....