miércoles, 27 de agosto de 2008

Macgyverismos a la australiana

Sí, lo sé, estaba en deuda con mucha gente que sigue este espacio. Y probablemente lo siga estando de cualquier forma pero espero que un poco menos. Y no es que me sienta obligado ni mucho menos, en especial con mucha gente que se mete al blog y yo seguramente ni enterado. O los chismosos que nada tendrían que estar haciendo aquí. O los analfabetas, que seguramente ni computadora tienen, menos aún acceso a internet. Y aunque contaran con ambos, nos vendría (a ellos y a mí) valiendo madres.

La cosa es que finalmente di con una forma de pasar algunas fotos a la computadora. Y de una forma bastante rústica y por demás heterodoxa, que se detalla a continuación:

Primer acto

Don Rosco llega bien cuco a la compu vieja de Simon, que tiene todas las ranuras para las tarjetas que necesita (de la cámara y del celular). Las fotos del viaje a esquiar son transferidas al disco duro de la mentada computadora; Rosco se pone feliz. Guiado por una premura poco comprensible, procede entonces a insertar la tarjeta del celular (MMC), pensando que es exactamente el tamaño adecuado. Ohhh sorpresa, la tarjeta se hunde completamente en la ranura. Qué tan malo puede ser -se pregunta, al ver que la tarjeta ha sido reconocida. Las cosas se complican aún más: las entradas de USB de la computadora no sirven, lo que significa que todo lo anterior fue completamente en vano.


Segundo acto

Sacar la tarjeta resulta no ser para nada algo trivial, pues resulta que las putas tarjetas MMC usadas en los celulares son del mismo ancho pero algo así como 15 mm más cortas. Ante intentos fallidos usando las pinzas de la swiss card, una regla y un cuchillo, decidimos proceder a abrir al paciente.
Complicaciones: ni siquiera desarmando completamente la unidad lectora se puede sacar la tarjeta; medidas desesperadas son requeridas. Después de unos buenos 5 minutos intentando por todos los medios, logramos finalmente sacarla con la ayuda de 2 cuchillos y 4 manos. El significado del nombre de la tarjeta queda en evidencia: Maldita Madre Complicada.


Tercer acto

Cansado de tantas pendejadas, Don Rosco decide que ya estuvo bueno. Dedicando unos minutos, descubre que la ranura de tarjetas SD de la laptop también lee MMC (no MMC-mobile, ese fue el problema de inicio), así que con la ayuda de un calendario viejo y cinta mágica, finalmente logra su cometido.


¿Cómo se llamó la obra?





4 comentarios:

Anónimo dijo...

La pregunta del millón ¿Cómo vivió Don Rosco las Olimpiadas y las medallas que consiguió México? ¿Hubo nostalgia, pena o simplemente no le importó?

Anónimo dijo...

rocco a mi compu le pasó exactamente lo mismo pero ni entendí tanto todo lo que escribiste primero se tragó la memory de mi camara pero la pudo leer y no hubo pedo porque la saqué con el convertidor, es que me gustaría explicarte fué demasiado ingenioso..y fué mi mecanismo para bajar fotos hasta que de repente ya no sirvió el lector de memory stics....ahora todo lo hago con cable usb...es como vivir tres años atrás...bah

Elentary dijo...

Al final siempre es complicado recuperar fotos.
La tecnología se vuelve obsoleta taaan rápido. :(

Rosco Rosco Rosco dijo...

La respuesta de los diez centavos: olimpiadas ok (no me puedo quejar del horario, siendo sólo 2 horas de diferencia); con respecto a las medallas mexicanas, la neta mi roomie se enteraba antes que yo, y la neta medio me valió madres, igualito que si hubiera estado allá.
Medalla de oro para el equipo femenil de volleyball polaco, en especial una tal Skowronska... ufff!