Nästa: San Marcos

Ahora sí, ha llegado la hora de escribir algo sobre lo que ha acontecido en las últimas semanas. Pero pensándolo bien, qué hueva hacer una crónica de eventos. NO se trata de eso. Simplemente quisiera ennumerar algunas de las cosas que me hicieron disfrutar tanto esos días en tierras hidrocálidas. No esperen algún orden en particular porque tengo un desmadre en la memoria, así que ahí van como van saliendo:

• Cervezas siempre en su punto, a un precio bastante razonable. Eso me recuerda: traje souvenirs, si no te he dado el tuyo chíngame para recordarme (hasta agotar existencias)


• Infraestructura de la feria; se ve que le han metido mucha lana (y que se meten todavía más). Lástima de la montaña rusa, puras promesas... chaaaaale


• Era el principio de la feria, así que el perímetro ferial no estaba demasiado guacareado...


• Comida mhhh deliciosa (aunque me faltaron los burros de arrachera de los tacos Mora... ¿cómo se llamaban?) qué poca Silvia!


• Mhhh mención especial para los helados de yoghurt de fresa/ vainilla con cubierta de chocolate (¿yo boy?). Para quienes no saben de lo que hablo, imaginen el sabor de las gomitas de la paleta payaso, pero congelado y cremosito...simplemente deliciosa!


• El clima (!). Nunca pensé en decir esto, pero ahora entiendo el encanto del calor. Bueno, a veces un poco excesivo pero me preparó para lo que estaba por venir unos días después...


• La gente - será que me moví en un círculo de buena onda o no-sé-qué, pero mis respetos, todos a toda madre, aparte del gustazo de ver a muchas caras conocidas después de tanto tiempo: gracias Rafa, Lula, Monk, mosco, Sandra, Fabien, y a cualquier otra persona a quien le haya dirigido la palabra en mi estado "poco conveniente" aquel sábado de whiskey excesivo. Bueno, excepto al roomie del Ulises por panista y pendejo nefasto (o sea buena onda pero con opiniones pendejas nefastas, aclaro). Y tampoco a Ulises por tenerlo como roomie. Porque algo se te acaba pegando (¿las liendres?)
  


• Las mujeres guapas, como siempre. Uno lo agradece, sobre todo, después de una hora en el metro y otra más en la central de camiones del norte...


• En este punto dejaré que una imagen diga más que mil entradas de un blog (sí ya sé, sonó súper ñoño, ni modo...)

así es, las güeras de Aguascalientes, pensando sobre todo en esas 2 horas del día que me regresé, momentos muy memorables con un fuerte aroma nostálgico. Perdí un camión pero gané un recuerdo que guardaré por siempre.

• Y bueno el punto anterior me lleva a otra cosa: Alejandra, mil gracias por todo, a ti y a tu familia. En verdad el éxito del viaje lo debo en gran medida a tu hospitalidad y buena onda; lástima que me haya tocado llegar para presenciar tu cuadro de bulimia aguda.


• Y a la otra güera: en verdad no tengo demasiadas palabras para ti Zulay. ¿Te bastan un beso y un abrazo?

Salud!