jueves, 8 de mayo de 2008

Antes de que amanezca

Finalmente vi aquella película. Era una especie de deuda moral.
¿Y saben qué? Me gustó mucho. La trama es muy simple: un backpacker gringo conoce a una francesa en un tren, comienzan a platicar y cuando llega la hora de despedirse, este mono sugiere que ella lo acompañe en su vagancia por Viena hasta la mañana siguiente cuando él tiene que tomar el avión de regreso. Ella accede, y como no tienen dinero para pagar un hotel, se la pasan vagando por todos lados (aunque para el chupe siempre hay dinero, qué casualidad...). Y hablando y hablando y conociéndose.
El encanto sin duda viene de algunos diálogos por demás interesantes, uno en especial se me quedó marcado. Habla sobre la reencarnación, y sobre cómo es posible que hace 500 años, por ejemplo, la población mundial era una fracción muy pequeña de lo que es hoy. Entonces, ¿de dónde han salido todas esas almas adicionales? Hasta donde sé, los animales y las plantas no tienen alma, entonces definitivamente hay algo muy extraño. Y lo más curioso es que justamente eso mismo pensé yo hace como 14 años durante un verano en Mexicali, al ver un programa donde se debatía este tema. Supongo que hay muchos locos como yo allá afuera, después de todo.
Una horrible sensación compartida es la angustia de cuando llega la hora de partir. Por más chingón que uno se la está pasando, siempre está esa cosquilla de mirar el reloj, de conscientizar el hecho de que las cosas llegan a su fin tarde o temprano. ¿Sería posible eliminar esa horrible sensación, al menos temporalmente? ¿Consistirá en eso la felicidad? Pienso un poco en aquello que decía el otro día sobre las despedidas y tal cual, uno que es aprehensivo supongo que lo sufre más. Y es que a mí me cuesta muchísimo pensar en términos absolutos, eternidades, etc. Todo cambia, todo tiene un inicio y un final... pero ahhh cómo cuesta aceptarlo.
Por el momento sólo diré que me falta ver la secuela, Before sunset, y espero no terminar demasiado bajoneado. Es lo último que necesito en este momento.

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