miércoles, 5 de mayo de 2010

On the rocks

Ayer fue uno de esos días de clima loco. Canberra es de esos lugares sin una temporada de lluvia tan definida (al menos no tanto como los malditos 8 meses de tráfico insufrible y baches). Y este año, el otoño ha sido razonablemente benigno. Pues desde ayer, parece que el período de gracia ha terminado. Estuvo lloviendo todo el puto día, con raros intervalos de sol que parecerían indicar que los ángeles necesitan tiempo para recargar sus vejigas y seguir dándonos en la madre.
Pues hoy el cielo amaneció esplendoroso; aunque he de aclarar que yo no fui testigo de lo anterior como hasta las 10 am, mi hora habitual (y lujosa) de levantarme de la cama. Al disponerme a salir, pensé ingenuamente que una camiseta térmica de manga larga y una playera serían suficientes para afrontar el día. Minutos después, lamentaría mi poco juicio...
Una tarde HELADA, ni más ni menos, me esperaba. Ni la excelente selección musical podría mantenerme a una temperatura decente. El pronóstico dijo 4-14°C, y yo, en la pendeja total. Es que a veces 14 suena a mucho, pero en realidad nada. Sobre todo si es la máxima!
En fin.
Después actualicé mi atuendo, y ya todo estuvo mejor. Pero sé que ahora toda salida implicará suéter obligatorio...
Y pasó algo chingón, a final de cuentas: hablé con un conocido, por segunda vez, y resultó ser tan atascado como yo con South Park! Un escocés que aparte me estuvo dando una lección de whiskey (no lo llamen 'scotch' a menos que sea de muchas maltas), que supuso, oh gran sorpresa, de gran utilidad para el futuro...

Fuck you, Johnnie Rojo!

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